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Tiempo... ese gran incomprendido


Si pasa despacio, queremos que corra más a prisa...


Si va deprisa y no podemos disfrutar del momento, rogamos que vaya más lento...

Intentaremos atraparlo en horarios...

Pero al final... siempre acabaremos perdiendolo...

A ultima hora... xtreme


Y el que no lo haya hecho, que lance la primera bola de papel...

Y si destiñe?

Y a quién no le cuesta madrugar?



Y quién no ha llegado a la conclusión de que, a los que les cuesta levantarse, no es que han tenido una mala noche (no siempre), sino que se está tan a gustito en cama, en ese punto en el que las sabanas están hechas un ovillo y el colchón ha alcanzado el calorcito de madriguera, que dan ganas de llorar cuando de pronto suena el despertador.

En pro de la labor por levantarme temprano y haciendo acopio de mucha fuerza de voluntad, acabé utilizando tres despertadores... si destrozaba los dos primeros, siempre me quedaba el tercero, el cual colocaba más lejos para así obligarme a levantarme...

¿El resultado?... Los despertadores sin duda funcionaron, a las 8 en punto todas mis compañeras se habían levantado de sus camas... todas menos yo... porque pese a estar en pleno epicentro del ruído, mi concentración para permanecer dormida era mayor que el esfuerzo que ponían los relojes en despertarme.


Soy Mara Murachi, y así nací...





Al igual que el BIG BANG!, esa gran explosión que dió inicio a todo este caótico y complejo mundo que llamamos vida, yo también nací de una explosión, o fui la explosión misma. Vale... algo tosca y deforme, pero quién no lo fue?, yo era apenas un boceto de lo que se avecinaba.

¿Que por qué exploté?, ¿por qué nací?... porque mi creadora tenía que guardar silencio para no interrumpir al profesor, y qué mejor forma que compartir una ebullición de chistes e ideas con sus compañeras que a través de la silenciosa pluma?

Mara Murachi no es una imcomprendida, solo intenta comprender el mundo. Y, por qué no?, hacerlo con humor.

Las lógicas irrazonables están a la orden del día, porque el mundo es demasiado absurdo como para encontrarle sentido. Esta es la historia de las tonterías que le pasan a Mara y lo que pulula por su cabeza mientras experimenta con la vida.